Sus extremidades adoptan una postura... se adivinan piernas, cabeza y brazos en un gesto desesperado.
Probablemente no fuese este su destino, pues un paso de cebra es un zona de tránsito. No es lugar para una estrella de mar.
Me pregunto si en su último aliento, agonizante en la noche, se viese más cerca de las otras estrellas.