El "incauto tramposo" o "incauto bribón" es un clásico moderno de la cartomagia, uno de los juegos magistrales del mítico e idolatrado Pepe Carroll, que podemos ver en este antiguo video, de manos del propio Carroll junto a Juan Tamariz.
Existen incontables versiones de esta rutina, algunas excelentes como la de Alberto de Figueiredo. La que más me marcó fue la del genial Gabi Pareras, que la hace con una simple baraja, con siete cartas en vez de nueve, pero sin comodines o cartas extra. Por otra parte el manejo y técnica de Gabi, tan fluido y elegante, marca de la casa, me hizo enamorarme definitivamente de su versión.
Bajo su inspiración me tomé la licencia de cambiar en cierto modo la construcción y técnicas adaptándolo a varias premisas que aquí no pueden ser comentadas. Por otro lado la presentación clásica, que gira en torno al tema del trilero, no me gusta dentro de mi estilo porque alude a la idea de truco o trampa, y porque es de esos juegos en los que el mago gana y el espectador pierde la apuesta.
Durante años fui creando distintas variantes de presentación hasta que de nuevo Gabi Pareras me dió una clave que él mismo había descartado, la analogía del "soñador soñado". En opinión de Gabi el juego funciona mejor vendiéndolo como transposición de varias cartas con la distinta. En mi caso lo realizo más como "wild card", es decir, dramatizando cada transformación individualmente. Incluso la última carta, la distinta, sufre una transformación, de manera que aparentemente todas las cartas acaban transformadas. Igualmente creo que se mantiene la idea de transposición al observar el conjunto. Se trata de un fenómeno de inversión, tanto en la configuración de las cartas (la distinta con respecto a las que le rodean) como en el concepto del "soñador soñado" (mito por el cual el soñador se convierte en el sueño).
Por otro lado me pareció muy sugerente el hecho de quedarme dormido durante la magia, desapareciendo el mago como primera persona y moviéndose como mero títere de un sueño.
La frase de inicio, que sirve de disparador, proviene de la conferencia "la Pesadilla" de Jorge Luis Borges: "cuando soñamos somos actores, directores y espectadores..."
Cuando lo hago con público delante, una vez quedo dormido, suelo permanecer durante mucho más tiempo quieto, inmóvil, rompiendo la expectativa del público al no suceder nada, jugando con el límite de su paciencia. ¡Qué inquietante y divertido es eso!
La música que utilizo es un tema compuesto por Alexander Desplat de la película "El árbol de la vida" que curiosamente se titula "Awakening". He aquí el video grabado en Buenos Aires en abril de 2013 por el equipo de Nontricks
“El puente invisible” es una sesión de magia para baraja, chelo, piano y violín.
MAGIA Y MÚSICA
Durante años he creado un repertorio de juegos de magia con naipes muy sofisticado, con historias sugerentes y originales de ficción surrealista. En este espectáculo he introducido un nuevo elemento como es la música en vivo, con piano, violín y violonchelo, y una selección de temas muy a tono con la atmósfera mágica y poética de esta obra, como quien pone banda sonora a sus creaciones. Por suerte, el pianista Eloy Mateos, además de músico es también mago y ha tenido la sensibilidad para integrar ambas disciplinas de forma excelente. La puesta en escena, la música, las historias envolventes y la magia pretenden ofrecer un espectáculo multisensorial que he titulado: El Puente Invisible. El elenco de "El Puente Invisible": Kiko Pastur (baraja), Amaia Garrido (violonchelo), Andrea Gesteiro (violín) y Eloy Mateos (piano)
SINOPSIS
“El puente invisible” nos traslada a un lugar donde los naipes se envuelven de ficción mágica y surrealismo.
Una colección única de sueños imposibles, donde el ilusionista Kiko Pastur nos invita a tomarnos un té con dos cucharadas de magia. Sugerentes historias y melodías bajo el influjo de la baraja, tentándonos a cruzar al otro lado del puente.
Pronto empezaré a hablar aquí sobre la magia de las sombras. Pero antes veamos una fantasía en movimiento sobre la magia de la luz. El gran Nani LB encontró esta maravilla y este blog sería muy oscuro si no la pusiera:
Ya casi no existen magos que, pese a la distancia, dejen un efímero halo que envuelva todos tus caminos, como un tintineo que resuena en la oscuridad. Gabi Pareras es una excepción que impregna casi toda mi magia, y que de vez en cuando me inspira a seguir alguna senda casi perdida de huellas en la arena, por la que alguna vez transitó antes de que subiese la marea.
Esta pequeña secuencia de efecto sandwich evanescente es creación suya; incluida esa mención a la naturaleza fugaz y efímera del momento mágico, que no impide que deje una marca, una impresión, un rastro por leve que sea, como huellas en la arena...